En los últimos 10 años, la bicicleta se ha consolidado como modo de transporte en la ciudad de Barcelona y, a pesar de que todavía es minoritario, es el que más crece en número de viajes. Un año después de la primera edición de este Barómetro, la red de carriles bici es más extensa, el Bicing se ha renovado y ha incorporado bicicletas eléctricas, ha finalizado la moratoria que permitía circular por las aceras del Eixample y se ha triplicado el número de bicicletas compartidas de operadores privados. Además, el patinete eléctrico y otros vehículos de movilidad personal han irrumpido con fuerza y conviven en el mismo espacio urbano.

Ante este crecimiento del uso de la bicicleta y de la rápida transformación de la movilidad, también aparecen retos que se deben afrontar y resolver. Por ello, con el objetivo de mejorar la movilidad de todas las personas que se desplazan por la ciudad, el RACC ha estudiado la situación de la bici desde el punto de vista del usuario, con el objetivo de identificar los aspectos a mejorar y la evolución del último año, favorecer la convivencia entre los diferentes modos de transporte y garantizar la seguridad de todos.

El estudio se basa en la realización de una encuesta que recoge los siguientes parámetros: datos descriptivos de los usuarios, puntos de la red de carriles bici donde los ciclistas se sienten inseguros circulando y seguimiento del uso real de diferentes carriles bici en la ciudad.

Conclusiones